El revestimiento central es un enfoque industrial crucial para reducir la variabilidad en productos y procesos, aumentando la eficiencia de la maquinaria. Creado en los años 90 y ampliamente adoptado (alrededor del 75% de los principales sectores, incluidos el automotriz, el alimentario y el químico), este método tiene como objetivo monitorear y ajustar los parámetros de producción, satisfaciendo la demanda de cumplimiento de las fluctuaciones del mercado y los estándares de calidad establecidos.
Su principal directriz es la estrategia ESSA (Eliminar, Simplificar, Estandarizar y Automatizar), aplicada directamente a las configuraciones de maquinaria, optimizando indicadores clave como el OEE (Overall Equipment Effectiveness). La siguiente imagen es un ejemplo de este tipo de gráfico:

Para maximizar los beneficios del centrado, la industria debe tomar cuatro pasos esenciales:
- Identificación de Variables Críticas: Mapeo de las variables de proceso con mayor impacto para impulsar mejoras en la operación y la calidad.
- Definición de Parámetros de Operación: Determinar los límites aceptables (máximo y mínimo) de la línea, considerando las influencias externas (ambiente, desgaste, insumos) con base en pruebas e historial.
- Implementación y Monitoreo Continuo: Monitorea en tiempo real el comportamiento de la línea (centerlining). La automatización de la recopilación de datos garantiza una evaluación precisa y eficiente.
- Ajustes y refinamientos dinámicos: Revise y perfeccione los parámetros periódicamente, comunicando los cambios a los operadores. Los datos históricos evalúan la calidad del producto en comparación con los puntos de ajuste.
Estos pasos optimizan la aplicación del centrado, con el objetivo de la estabilidad y la mejora continua de los procesos industriales.
Ciencia de datos que impulsa la metodología de centrado
La recopilación automatizada de datos impulsa la metodología de centrado en la industria, lo que reduce los errores humanos y garantiza datos precisos para el análisis. La respuesta inmediata a las desviaciones aumenta la eficiencia y los operadores se centran en las tareas de mayor valor.
La ciencia de datos facilita la integración de sistemas y la creación de un historial sólido, esencial para identificar patrones, definir puntos de referencia de rendimiento y causas de variabilidad. Además de la recopilación, la ciencia de datos ofrece una visualización dinámica, transformando datos complejos en gráficos intuitivos, lo que aumenta el compromiso y facilita el descubrimiento de información para optimizar los procesos.
La metodología de centrado permite el seguimiento de varias variables industriales, utilizando como referencia tanto la adherencia a la línea central como los umbrales (límites máximos y mínimos predefinidos). En los procesos de producción de líquidos viscosos, los equipos como mezcladores, tanques y bombas se pueden controlar para ajustar variables críticas como la dosis, la temperatura y la velocidad, lo que garantiza la calidad del producto.


El concepto de monitorización de variables mediante la metodología de centerlining es aplicable en varios sectores industriales:
- Industria química: asegura la pureza de los productos destilados mediante el control de la temperatura y la presión.
- Industria automotriz: garantiza un ensamblaje preciso del motor.
- Industria farmacéutica, mantiene la precisión en el llenado para evitar la contaminación y garantizar la dosificación correcta.
- Industria de bebidas: controla la fermentación, la pasteurización y el envasado para la calidad.
- Industria de celulosa y papel: optimiza el blanqueo de la pulpa con control de temperatura y presión.
- Industria textil: estandariza los colores en el teñido mediante el control de temperatura, tiempo y concentración de tintes.
Centerlining y Mejora Continua en la industria
La metodología centerline, intrínsecamente ligada a la búsqueda de la excelencia operativa, establece una notable sinergia con el ciclo PDCA (Planificar-Hacer-Actuar-Verificar), motor de la mejora continua en la fabricación. Sus cuatro fases reflejan los objetivos principales del centerlining:
- La planificación define las configuraciones óptimas de los parámetros de producción, erigiendo la línea central de referencia.
- La etapa de Ejecución (Do) materializa estos parámetros en la operación de fabricación.
- La verificación desempeña un papel crucial en el seguimiento de la consistencia de los parámetros, identificando las desviaciones de la línea central en tiempo real.
- La acción en centerlining se traduce en ajustes precisos para mitigar inconsistencias, asegurando la estabilidad del proceso dentro de los límites establecidos.
Aunque complementaria, la centralización dirige su enfoque a la estabilización y el control estricto de las variables críticas del proceso productivo, mientras que la PDCA ostenta un alcance más amplio, que incluye la gestión organizacional permeable.
La efectividad del centerlining se amplifica exponencialmente con la implementación de soluciones tecnológicas robustas, capaces de recopilar datos históricos y en tiempo real con alta precisión. La aplicación de algoritmos inteligentes sobre este vasto volumen de datos asegura la integridad y calidad de la información, permitiendo el análisis predictivo y la optimización proactiva de los parámetros de producción, consolidando el centerlining como un pilar fundamental en el viaje de mejora continua de las industrias manufactureras.
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